Trichonephila clavipes

Es una araña perteneciente a la familia Nephilidae, del orden Araneae. Tiene una forma bastante característica, lo que hace casi imposible el confundirla con otras arañas. Es de tamaño grande, tan solo el cuerpo de la hembra puede llegar a medir más de tres centímetros. Las hembras tejen una telaraña de gran tamaño, la cual presenta una resistencia bastante alta, así como una coloración dorada.

Como es habitual entre los tejedores de orbes, se produce un marcado dimorfismo sexual en la apariencia general, pero especialmente en el tamaño; en medidas lineales, los machos son de un tercio a un cuarto del tamaño de las hembras y también tienen una estructura más delgada. (1)

La telaraña se construye en varias fases y con dos tipos distintos de seda: una más resistente, y que constituirá el soporte, y otra más pegajosa, que se encargará de impedir la huida de los insectos que topen con ella. Los hilos de esta última seda son sustituidos cada dos días para que siempre estén en perfecto estado.

Esta especie muestra una curiosa forma de defensa: "puesta en el centro de la tela, la agita con violencia hasta que adquiere un movimiento vibratorio tan rápido que llega a hacerse invisible el cuerpo de la araña." (Darwin, "El viaje del Beagle"). (2)

La seda de T. clavipes se ha investigado recientemente para evaluar su utilidad para mejorar quirúrgicamente la regeneración neuronal de mamíferos. Los experimentos in vitro demostraron que un filamento de la seda puede conducir una neurona cortada a través del cuerpo hasta el sitio del cual fue cortada. La seda no provoca ninguna reacción del sistema inmunológico y, por lo tanto, escapa al rechazo del cuerpo huésped. (3)