Nos asombra pensar en la enorme riqueza de vida que debió tener el bosque lluvioso de la zona norte de Costa Rica allá por los años 1900, cuando su espesa capa verde aún cubría la totalidad de estas llanuras. Posteriormente, nuestros abuelos comenzaron a abrir claros para dar cabida a la actividad ganadera y, en general, a las actividades agropecuarias, las cuales se fueron ampliando hasta dejar la llanura meramente salpicada de manchas verdes: los últimos reductos del bosques que hoy nos queda. La foto (tomada de google maps) muestra el bosque fragmentado en los alrededores de la Virgen de Sarapiquí.
No renegamos de este "desarrollo" del que formamos parte, pero debemos entenderlo como una forma pasada de relacionarnos con el bosque, la forma de subsistencia encontrada por nuestros padres. Hoy nos corresponde elevar la conciencia sobre el significado de la biodiversidad, la necesidad de conservar y de lograr un adecuado aprovechamiento de los recursos naturales, asegurando su capacidad de que perduren en el tiempo.
En esta visión las palabras que nos guían son: CONSERVACIÓN, PROTECCIÓN y SOSTENIBILIDAD. Pero ¿cómo enfrentar la tarea de conservar y proteger el bosque lluvioso, aún remanente, en las fincas asociadas, o aún mejor, cómo contribuir a conservar y ampliar las áreas de bosque, ante las necesidades de obtener los recursos imprescindibles para el sustento de sus moradores?
Creemos que debemos comenzar por CONOCER MEJOR LA MONTAÑA, y para ello nos proponemos reconocer las especies de flora y fauna, las más notorias, presentes en nuestras fincas. Entendemos que esta es un enorme tarea que sobrepasa nuestras capacidades, pero comenzamos: primero asumiendo el reto de su identificación, segundo realizando alguna investigación bibliográfica que aporte información sobre estas y tercero, tratando de compartir dicha información en las páginas de Ecos del Bosque. En este proceso, esperamos contar con el entusiasmo y la colaboración de los visitantes al sitio, para que nos ayuden a ampliar este conocimiento y lograr así que el bosque lluvioso sea cada vez más cercano a nuestras vidas.
La SOSTENIBILIDAD es otro tema. Conservar y proteger estas áreas remanentes de bosque lluvioso, supone la necesidad de recursos no siempre disponibles. Se trata entonces también de establecer actividades económicamente sostenibles, que ayuden a la conservación y protección el bosque.