Esta especie es nativa de los trópicos de Asia, pero naturalizada ampliamente en climas cálidos de todo el mundo. En Costa Rica se encuentra en bosque húmedo, muy húmedo y pluvial, áreas alteradas y vegetación secundaria, 0–1450 m; toda la vertiente Caribe, vertiente Pacífica Cordillera de Tilarán, Península de Nicoya, Valle Central.

Hierbas cespitosas, 0.5–2.5(–3) m; tallos sólidos y medulosos, con aspecto de maíz. Hojas con la lámina linear, aplanada, glabra. Inflorescencias terminales o axilares, numerosas. Espiguilla femenina sésil, globosa; lema estéril 1; flósculo fértil 1; lema fértil y pálea membranáceas. Espiguillas masculinas 7–12 mm, en tríadas de 2 sésiles y 1 pedicelada. (1)

Los residuos en cerámica de un yacimiento neolítico en el centro-norte de China ​​muestran que esta especie, junto con cebada no autóctona y otras plantas, se utilizaban para elaborar cerveza ya en torno al año 3000 a. C. Los granos duros y blancos de las lágrimas de Job se han utilizado históricamente como cuentas para hacer collares y otros objetos. Las semillas se perforan de forma natural sin necesidad de perforarlas artificialmente.

En toda Asia Oriental, los frutos de la especie se encuentran secos y cocinados como grano. Su consumo es común como cereal. [ Las variedades cultivadas tienen cáscara blanda y se pueden cocinar fácilmente para preparar gachas, etc. Entre los zomi del Sudeste Asiático, el festival miim (festival de las lágrimas de Job) se celebraba anualmente para rendir homenaje a los difuntos. (2)