Incursiones de caza de las arrieras y las aves hormigueras.

Las arrieras son hormigas nómadas de los bosques húmedos tropicales, que se forman en enjambres para barrer el suelo del bosque cazando todo tipo de insectos, los cuales huyen revelando su ubicación a aves que las siguen. Para estas aves, conocidas como hormigueros, las faenas de caza de las arrieras proveen oportunidades ventajosas para alimentarse. Gerardo Obando y Johel Chaves relatan que en estas jornadas de caza es posible observar hasta 60 especies de aves, entre ellas algunas que se especializan en encontrar los enjambres de arrieras como el hormiguero ocelado.

Los artículos abajo citados de Johel Chaves y Gerardo Obando, que deben leer, dan información muy interesante sobre las arrieras y su relación con las aves denominadas hormigueros. De estas fuentes hemos tomado la siguiente información.  El relato comienza con el comportamiento de  las hormigas arrieras, en particular el de la especie Eciton burcherllii,  para luego reconocer la forma en que el ave hormiguero ocelado (Phaenostictus mcleannani) se aprovecha de los enjambres de arrieras.

Hormigas Eciton burcherllii

Las colonias de E. burcherllii mueven su nido de un sitio a otro, en migraciones nocturnas. Sus nidos son una masa grande de hormigas vivas entrelazadas tipo "vivaque", de manera que trasladar el nido lo que supone es una lenta separación de las hormigas que lo forman, para cargar las larvas, huevos y restos de presas a una nueva ubicación, todo lo cual hacen comenzando al atardecer y durante toda la noche. En la madrugada la colonia completa está formando de nuevo el vivaque, y al amanecer una gruesa columna de hormigas sale del vivaque y se expande en forma de abanico, barriendo el suelo del bosque en busca de insectos, arañas, alacranes, huevos y larvas de otras hormigas y avispas, o cualquier otro artrópodo que puedan capturar. Este enjambre de hormigas puede cubrir un área de 10x3 m y avanza más o menos en la misma dirección durante el día a razón de 10 o 15 m por hora, desplazándose desde 100m hasta casi 300 m. y dejando siempre una columna de hormigas que se conecta al vivaque, unas trasladando pedazos de presas al vivaque y otras regresando al frente del enjambre.

Por un período de dos semanas (la fase nómada), estas hormigas migran todos los días en la tarde-noche, reubicando su vivaque en un punto intermedio de la columna de forrajeo, desplazándolo cada vez unos 100 m en promedio. A esta fase le sigue una fase estacionaria, en la que pasan tres semanas continuas en un solo sitio, período en el que la reina se dedica a poner huevos, y el vivaque se ubica en un sitio más protegido como un tronco hueco. En esta fase estacionaria la mayoría de larvas de la fase nómada ya se han desarrollado, por lo que disminuye la demanda de alimento y los enjambres dirigidos a la captura de insectos no se forman todos los días, y cuando se forman son pequeños. Este ciclo con etapa nómada y etapa estacionaria se repite indefinidamente.

El ave hormiguero ocelado (Phaenostictus mcleannani)

El comportamiento del hormiguero ocelado en relación con las arrieras, uno de los más estudiados, resulta interesante y sorprendente. Para comenzar es un especialista en seguir a las arrieras y tiene una alta dependencia de estas para lograr su alimentación. Así, cada día estas aves deben encontrar los enjambres de arrieras y como éstas en la fase nómada mueven su nido por las noches mientras las aves duermen y en la fase estacionaria sus vivaques están más escondidos y ya no realizan excursiones diarias de caza, la localización de enjambres de arrieras no es un asunto trivial. ¿Cómo lo hacen?

En su artículo, Johel Chaves explica. Por las mañanas el hormiguero ocelado deja su nido y vuela hacia el hormiguero más cercano donde se ha estado alimentado en días anteriores, avisando con su canto a su compañera, para que le acompañe. Si este día las arrieras no están activas, vuela a un segundo hormiguero, la mayoría de las veces esto es suficiente para localizar los enjambres, pero algunas veces puede ocupar un tercer o cuarto intento hasta encontrarse con arrieras activas con formación de enjambre. ¿Cómo puede actualizar la ubicación de diversos grupos de arrieras, con los movimientos de nido que estas hacen y su faces estacionarias?

El hormiguero ocelado y su pareja tienen un territorio de anidamiento (dormitorio), que puede cubrir una extensión de 5 hectáreas, y que limita con otros territorios de anidación de otros hormigueros, llamados vecinos adyacentes. Cuando un enjambre de arrieras se ubica en el territorio de dormitorio de un hormiguero, este ocupa y domina la mejor área de alimentación al frente del enjambre de las arrieras, permitiendo sólo a su compañera y vecinos adyacentes alimentarse ahí. Otros hormigueros deberán ocupar posiciones lateras al enjambre donde ven disminuidas sus opciones de alimentación. Así, las prioridades de visita a enjambres de un hormiguero ocelado serán, primero los de su propio territorio o el de vecinos adyacentes, que puede cubrir unas 60 hectáreas (vecindario de un hormiguero ocelado) y la segunda opción es visitar enjambres más lejanos, pero en estos casos, se alimenta ahí sólo durante unas horas, para luego desplazarse en busca de otro hormiguero más cercano a su territorio de dormitorio. Un hormiguero ocelado puede desplazarse hasta 10 kilómetros en busca del primer enjambre de arrieras y cada día debe visitar los nidos de hormigas que ubicó el día anterior para no perder su ubicación, debido al desplazamiento del nido que hacen las arrieras.

Un último recurso de que dispone el hormiguero ocelado, para ubicar enjambres activos, es seguir a otra ave hormiguera con conocimiento de donde hay un enjambre activo. ¿Cómo lo hacen? Primero que todo debe visitar un sitio donde está o estuvo el día anterior un nido de arrieras. Ahí llegararán aves hormigueras que eventualmente se dirigirán hacia otro nido o enjambre de arrieras pero, además, antes de partir con su canto avisan "ya voy para otro hormiguero", entonces nuestro hormiguero ocelote podrá seguirla.

Los investigadores de estas aves han encontrado que los machos cantan al salir de su nido, avisando a su compañera que va para el hormiguero, y repiten este aviso cuando dejan un hormiguero para visitar otro. El canto también les permite reconocerse entre ellos para poder hacer efectivo el "contrato" que tienen sólo con sus vecinos adyacentes de "te dejo alimentarte al frente del enjambre cuando este está en mi área de dormitorio, pero tu me das la misma ventaja cuando las arrieras pasen a tu territorio de dormitorio". Sorprendente!

Recomendamos leer los siguientes dos artículos con la información completa y que no se ha logrado resumir aquí.

 

Referencias:

(1) Obando, G. y Chaves-Campos, J. 2008. Hormigas arrieras: Cómo encontrarlas y aumentar la observación de aves “hormigueras”. Zeledonia 12:1. DialNet. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4043027.pdf. Visitada el 26 de febrero de 2019.

(2) Chaves-Campos, J. 2016. ¿Cómo localizan las aves a las hormigas arrieras Eciton burchellii? El caso del seguidor obligatorio de hormigas arrieras Phaenostictus mcleannani (Ocellated Antbird). Revista Zeledonia, Nov 2016. https://www.zeledonia.com/uploads/7/0/1/0/70104897/16-2-004-chavez-campo.... Visitada el 26 de febrero de 2019.