Basiliscus plumifrons

Los basiliscos son pacientes ante nuestra presencia, pero siempre que guardemos una prudente distancia. En esta situación se mantienen inmóviles, pero un intento más por acercarnos provoca su corrida hacia un árbol, la maleza, o aún hacia pequeños cuerpos de agua que puede atravesar velozmente, sin hundirse.

"Como sus parientes, los basiliscos verdes se alimentan primariamente de insectos y otros artropodos, aunque ocasionalmente comen pequeños vertebrados. Basiliscus plumifrons ha sido observado alimentándose de pequeñas lagartijas e inclusive peces; individuos en cautividad, han vivido más de diez años, aunque probablemente su longevidad  máxima en la naturaleza es considerablemente menor. " (Leenders, 2001, p. 170)

Se distribuye de México a Ecuador, en bosques lluviosos tropicales, densos y sombreados cerca de ríos y arroyos (2), (3).