Aristolochia grandiflora

Bejuco de hojas triangulares y acorazonadas en la base. Su flor es considera como la más grande en los trópicos americanos. En su ciclo inicial de fecundación, su olor a carne podrida atrae moscas. Sus hojas alimentan las larvas de las mariposas Parides iphidamas iphidamas, Parides eurimedes mylotes, Parides montezuma, Parides photinus, Parides sesostris zestos, Battus loadamas rhipidius y Battus polydamas polydamas (1).

Se distribuye de México a Panamá y Antillas. En Costa Rica se localiza en tierras bajas y en alturas medias de ambas vertientes (1).

Es una especie cultivada como ornamental y se le usa en la medicina tradicional. Contiene diversos alcaloides que ayudan a las defensas químicas contra los insectos y microbios de plantas. Es fuente de alimento para las larvas de la mariposa cola de golondrina, que se hacen desagradables a los depredadores cuando consumen los terpenos en esta planta. Se hace investigación farmacéutica con estos compuestos para usos como anti-inflamatorio para la artritis, neuro-protector para la enfermedad de Parkinson y antimicobacteriana. Alcaloides de esta especie actúan como desinfectantes y se han utilizado para curar las mordeduras de serpiente. Sin embargo, el uso de esta planta representa un riesgo, ya que contiene la toxina ácido aristolóquico, que es cancerígeno. El USDA ha prohibido todos los productos que contengan este compuesto (3).​